¡Para el Naranjo no hay un momento de paz!
Apenas tiene tiempo de convertirse en un hermoso árbol cuando los pájaros le quitan sus frutos, una oruga se come sus hojas y un agricultor llega con grandes tijeras...
Pero llega un momento, en el que ya no aguanta más. Así que decide mostrar a todos lo que se siente al ser cortado y comido. Cuando llega la policía, emprende una audaz huida por los tejados de los edificios, por las escaleras mecánicas, en barco e incluso en un avión que le llevará a una hermosa isla.
¿Y qué pasa con el naranjo recién nacido? Pues bien, parece que todo el mundo ha aprendido algo de esta historia, y Andrea Antinori también nos dice: "¡Nunca molestes a un naranjo en crecimiento!".