Hace mucho tiempo en el mundo no había ningún color. Casi todo era gris y lo que no era gris era blanco o negro. Hubo un período que se llamó 'el Gran Gris'. Todas las mañanas un Mago que vivió en el período del Gran Gris abría la ventana para contemplar la extensa tierra. 'Hay algo que no funciona en el mundo', decía. 'Es difícil saber cuándo termina un día de lluvia y cuándo empieza un día soleado.' A menudo el Mago bajaba la escalera que conducía a la bodega oscura y gris de su casa. Allí, para divertirse y olvidar el mundo gris de fuera, inventaba pócimas mágicas y hechizos maravillosos. Un día, mientras removía y mezclaba un poco de esto con un poco de aquello vio algo en el fondo de una olla. Era el color azul. Pronto se da cuenta de que ese color tampoco es tan perfecto, y que se necesitan más colores para hacer que el mundo sea tan hermoso que nunca más será necesario cambiarlo. Publicado por primera vez en 1968, 'El mago de los colores' se ha convertido en una de las obras más aclamadas del maestro Arnold Lobel.