Las mujeres reclaman su lugar en la historia de la pintura
Para ver hay que mirar. Hasta ahora, en la historia de la pintura que nos han contado, las mujeres desempeñaban un papel menor: son solo musas, meros objetos a los que plasmar en el lienzo. Así, las grandes mujeres que ejercieron como artistas por derecho propio apenas se mencionan en una nota al pie, y sus figuras quedaron arrinconadas por las de sus colegas varones. Hemos oído hablar de Caravaggio y Monet, pero, aún hoy, nombres como Berthe Morisot o Remedios Varo no son conocidos por el gran público.
En El taller de Artemisia, Sandra Ferrer, autora especializada en la historia de las mujeres, nos invita a descubrir la vida y obra de algunas de las mejores pintoras de los últimos cinco siglos. Viajaremos con Sofonisba Anguissola, dama de la reina Isabel de Valois y autora del retrato más famoso del Rey Prudente. Conoceremos la traumática experiencia de Artemisia Gentileschi, quien, violada y humillada por una sociedad que no creyó su testimonio, pintó audaces cuadros barrocos desde una óptica casi feminista. Recorreremos los grandes estilos del siglo XIX francés de la mano de Élisabeth Vigée-Lebrun, Rosa Bonheur y Berthe Morisot, y nos sumergiremos en el torbellino de las vanguardias y la modernidad junto a Paula Modersohn-Becker, Maruja Mallo, Tamara Lempicka, Remedios Varo y Frida Kahlo, entre otras grandes artistas.
Hasta ahora, un velo ha cubierto los nombres de las mujeres pintoras: ha llegado el momento de alzarlo y contar su historia. Igual que Virginia Woolf reclamaba una habitación propia para las escritoras, Sandra Ferrer reclama su propio espacio para las pintoras en la historia del arte.