Existen pocos actos creativos tan mágicos y misteriosos como el de componer una canción. Pero ¿qué ocurre si el objetivo no fuera tan misterioso y de hecho fuera alcanzable para cualquiera con ganas de experimentar más magia y creatividad en su vida? Eso es algo que todo el mundo estará capacitado para hacer después de leer "Cómo componer una canción" de Jeff Tweedy.
¿Por qué una canción? Porque la diferencia entre una canción y muchas no es un mero capricho semántico, sino una diferencia importante que puede hacer más sencilla una forma de arte que es manifiestamente compleja. La idea de convertirnos en Compositores, con mayúscula, puede parecer desalentador, pero si nos aproximamos a la materia de forma concentrada y autónoma, el misterio y el miedo se difuminan y el acto de componer se transforma en un objetivo excitante.
Y luego está la energética y estimulante creatividad que puede desplegarse nada más empezar. "Cómo componer una canción" desvela a los lectores el proceso íntimo de componer una canción —tanto la letra y la música como la combinación de ambas— y nos aproxima al profundo sentimiento de asombro que pervive en el corazón de este proceso tan curioso como gratificante. Asimismo, el libro habla de la importancia de conseguir que la creatividad forme parte de nuestra vida cotidiana y de experimentar la esperanza, inspiración y gozo que están allí esperando a cualquiera que se decida a empezar a componer.