Ver cine con los hijos es una experiencia reseñable para cualquier mortal. Pero si eres crítico y das clase de historia del cine, el reto es mayúsculo. A través de estas páginas, de capítulos que transitan del cine animado al de aventuras, del terror a la ciencia ficción, Javier Ocaña acompaña a sus hijos –y a los lectores– en un viaje que nos lleva desde Blancanieves a Kurosawa, desde la infancia a la madurez, emocional e intelectual. Un libro en el que alta y baja cultura se entremezclan dejando espacio solo a la curiosidad y a la intuición, y que nos transmite la emoción de volver a ver nuestras películas favoritas como si las estuviéramos viendo por primera vez.