Rita Levi-Montalcini (1909-2012) tuvo una vida tan larga como fecunda. Fue no sólo universalmente respetada como eminente neurocientífica (obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1986), sino también como persona lúcida y solidaria, que jamás se desinteresó por sus semejantes. «El conocimiento –escribe Levi-Montalcini– es por definición un bien supremo del hombre, porque sin él no podrían existir otros valores fundamentales a los que apelamos continuamente.» En este libro, Atrévete a saber –publicado cuando ya había cumplido noventa y cinco años y que revisó meses antes de su muerte–, condensó toda su sabiduría científica y su experiencia como ser humano, componiendo una auténtica visión del mundo, que ofrecía a sus lectores con la esperanza de ayudarles a ser mejores, a que se comprendieran ellos mismos al igual que a la naturaleza que les acoge. Centrado en el universo que mejor conocía, el del cerebro, este libro aborda temas que a nadie le pueden ser ajenos. A partir del sapere aude, la exhortación kantiana que significa usar con valentía y perseverancia nuestras propias facultades intelectuales, Rita Levi-Montalcini se enfrenta a las grandes cuestiones de nuestro tiempo –como la protección del medio ambiente, los ensayos con embriones, el tratamiento del cáncer, la defensa de los derechos humanos y el vínculo existente entre la investigación y la ética– reflexionando así sobre las decisiones que los hombres de este milenio tienen que afrontar.