«El problema del “derecho a la diferencia” es que, en lugar de borrar los estereotipos, los consolida y termina provocando una disputa entre identidades».
En Canadá, los estudiantes exigen que se cancele una clase de yoga porque no quieren «apropiarse» de la cultura india. En Estados Unidos, se reprocha la enseñanza de las obras clásicas por ser poco inclusivas.
En poco tiempo, las políticas de identidad han pasado de ser una herramienta para dar visibilidad a las minorías a una nueva moral que censura y categoriza. Bajo el pretexto de no herir sensibilidades, las ideas progresistas han invadido nuestra intimidad, asignando identidades y restringiendo el libre pensamiento. Cada día un grupo, una minoría o un individuo erigido en representación de una causa ordena, amenaza y somete. Vivimos bajo una tiranía de la ofensa que nos está sofocando.
Finalista del premio Femina de ensayo y precedido además de un gran éxito en Francia y Alemania, este breve ensayo escrito por la intelectual feminista Caroline Fourest aboga firmemente por una defensa de la igualdad que no ahogue la dialéctica ni dañe nuestras libertades.