ROMPE EL SILENCIO Y NO TENGAS MIEDO.
Cada día surgen conflictos en clase y muchas veces fingimos que no pasa nada. Callamos ante un empujón, un insulto o una humillación, porque el miedo nos paraliza. ¡Pero no estamos solos! Con la ayuda de la familia, los amigos y la escuela, podemos aprender a reaccionar de otra manera y combatir el acoso.