Como la niebla del tiempo difumina el pasado, se nos ha ocurrido iluminarlo dando a luz esta Colección de clásicos del Derecho público, de momento, con este volumen, dedicado a nuestros parientes remotos que escribieron y pensaron en Francia, en Alemania, en Austria y en Italia, conscientes de que lo hicieron para facilitarnos las cosas a quienes hemos venido detrás. Porque es frecuente encontrar en los libros jurídicos invocaciones a autores antiguos sin que conste de ellos otro dato que su apellido escueto, sin que sepamos ni cuál es su nacionalidad ni en qué momento de ese pasado neblinoso es obligado ubicarlos. La historia se convierte así en un laberinto, una referencia muda, ininteligible por cuanto se nos presenta en confusión y atropello de siglos y circunstancias. Tiene algo de prestidigitación metodológica ese proceder que tenemos los juristas.
Este libro ha sido escrito para, de una manera cómoda, contribuir a disolver nieblas.
Y para advertir cabalmente la forma en que nuestros maestros se enfrentaron a los grandes enigmas que son en buena medida nuestros enigmas y a los pequeños problemas que siguen siendo en la misma medida nuestros problemas.
Quienes quieran emprender la marcha por la selva jurídica sin apoyarse en el bastón que prestan estos guías, caerán en las afirmaciones más banales y corren el riesgo de ser juristas aptos solo para presentar «aplicaciones» en las ANECAs.
Precisamente por ahí le gustaría circular a este pequeño libro nuestro, modesto canon jurídico-público.