Paz no encuentra a su padre por ninguna parte, se ha ido sin avisar. Tiene que aceptar que su padre ha
muerto y que no lo volverá a ver. A lo largo de esta historia, Paz nos cuenta muchos momentos felices que ha compartido con su padre, en la playa, en el campo, contemplando una noche estrellada, yendo a la feria, de compras... Este libro trata de explicar, de forma llana y accesible, la muerte a un niño, a partir de los sentimientos y de los recuerdos. Recordar es pasar de nuevo por el corazón lo que nos unía con el ser querido. Cuanto más lleno de amor y alegría sea el recuerdo del ser querido, menos vacío quedará en nuestro interior. No es un canto a la muerte, sino a la vida y sobre todo al amor. Leer un cuento sobre el tema puede ayudar a que el niño haga las preguntas que no se atrevió a hacer o explique lo que él está sintiendo.
El texto va acompañado de originales y atractivas ilustraciones realizadas con una técnica que la autora y artista llama «textil-arte» con telas, bordados, y aplicaciones de pedrería, abalorios y otros elementos que despiertan el interés y la imaginación del lector.