Los rumores de las intrigas que llegaban de Francia obligaron a Napoleón a abandonar el grueso del ejército en su lenta retirada para llegar cuanto antes a París. Durante aquel periplo de incógnito, Caulaincourt acompañó al Emperador atravesando países amigos y enemigos. «Si nos detienen, imaginas la pinta que tendríamos en una jaula de hierro en la plaza de Londres», bromeaba Napoleón.
Consciente de aquella privilegiada situación de intimidad con Napoleón, decidió anotar todas sus conversaciones. Por el día viajaban y, por la noche, Caulaincourt transcribía todo lo que hablaban.
Este carnet de voyage trata de un viaje más allá de la Historia, un viaje a las entrañas de uno de los personajes más controvertidos de la historia del sueño de Europa. Un sueño imperfecto que siempre se ha perseguido, a veces con las armas, a veces sin ellas, pero siempre en riesgo de desintegración cuanto más cerca se está de hacerlo realidad.
Quizá el lector perspicaz pueda ver que las claves de algunos éxitos y algunos fracasos de la nueva Europa, se hallaban ya en palabras dichas en este trineo hace 200 años.