El mundo oriental bizantino que giraba en torno Constantinopla, y el occidental, bajo los dictados de Roma, conocieron desde fines de la Antigüedad y a lo largo de todo el Medievo corrientes de opinión definidas como herejías frente a la doctrina oficial conocida como ortodoxia. Los siete primeros concilios ecuménicos celebrados en Oriente entre el 325 (I de Nicea) y el 787 (II de Nicea) definieron las grandes verdades de fe al condenar errores como el arrianismo, nestorianismo, monofisismo, iconoclastia, etc.... Las herejías de mayor enjundia propiamente occidentales son de desarrollo más tardío: el catarismo, con enorme peso en los siglos XII y XIII, y las doctrinas de Juan Wyclif y Juan Hus (siglos XIV y XV) tradicionalmente tomadas como precursoras de la Reforma protestante. En el presente libro se da una breve pero rigurosa panorámica de lo que fueron estos fenómenos.