Rodrigo Sánchez de Arévalo es sobre todo
conocido por ser una de las vías a través de
las cuales el humanismo italiano pudo fertilizar
las letras castellanas.
Como humanista total, Arévalo no domina
solo las letras, la teología y el derecho, sino
también todas las artes relativas al gobierno
de la ciudad. Su experiencia como Alcaide
de Sant’Angelo fue determinante para su formación
política.
En este breve tratado Arévalo hace un recorrido
histórico por las mejores estrategias
para defender ciudades, castillos y fortalezas
de los enemigos que pretendan asediarlas.
Como de costumbre, Arévalo muestra que la
historia es magistra vitae, un auténtico repositorio
de saber.
Un efectivo manual para
lograr la victoria en el campo de
batalla.