Emilia Pardo Bazán, con su pluma magistral, en la que el naturalismo no riñe con lo poético, nos traslada a un mundo de contrapuntos y confluencias en el que todas las vertientes están por decantarse. En él nos toparemos con el colorido aciago de la bohemia parisina, con el dolce far niente de la Costa Azul, con intrigas políticas del más alto rango, con el amor y el dolor, con el sentido del sacrificio y, también, con la traición y las ambiciones que nos corroen el suelo, pero sobre todo, con un destino cuya última ficha, la que sentencia, siempre queda en manos del azar.