La abadía de Northanger es el trabajo más libre y heterodoxo de Jane Austen. Aunque fue su primera obra, el destino y un editor harto negligente quisieron que apareciera después de su muerte. Y esto es relevante, porque en cierto modo La abadía de Northanger es el Quijote de las novelas de fantasmas, tanto por la actitud de su protagonista, Catherine Morland, una joven fantasiosa fascinada por la lectura de novelas góticas que quiere vivir aventuras y misterios mientras su entorno solo se preocupa por buscarle un marido conveniente, como por la parodia hilarante de las novelas de este género. Todo ello se traduce en una obra tan llena de referencias literarias como fuente de inspiración y disfrute para nuevas generaciones de lectores y lectoras.