"Antígona" cuenta la historia de un enfrentamiento entre un hombre y una mujer, entre la vejez y la juventud, entre la sociedad y el individuo, entre los humanos y los dioses, entre los vivos y los muertos. A lo largo de los siglos el personaje de Antígona se ha mantenido vivo a la escucha de los conflictos humanos, pero por encima de todo atento a los desmanes del poder y al sacrificio de una figura disidente. Antígona es, así, el símbolo de la resistencia frente al exceso de poder, tanto civil como político y religioso. Siempre en pie ante la intolerancia.