A veces el amor florece donde menos te lo esperas...
Cuando Loan y Violette se conocieron, lo suyo fue un flechazo platónico. En aquel momento, Loan tenía pareja desde hacía cuatro años, y no tenía ojos para nadie más. Por eso, en Violette no veía otra cosa que no fuera amistad y complicidad inocente.
Pero, un año después, las cosas han cambiado. Loan está hecho polvo porque su novia lo ha dejado. Y Violette está saliendo con alguien. Loan no tiene muy claro por qué, pero sabe que detesta la nueva situación de su amiga...
Por eso, cuando cuando Violette le pide un favor, él no lo ve demasiado claro... Su amiga le confiesa que sigue siendo virgen y que solo confía en él para su primera vez. ¿Estará dispuesto Loan a acostarse con ella, tan solo para librarla de su virginidad y seguir con su vida sin preocuparse más por ello? La propuesta de Violette tiene pinta de ser una muy mala idea... Pero a fin de cuentas, solo sería una vez. De verdad, solo una. ¿O no?
Un romance slow-burn de lo más adictivo.