Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus dos hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema del Faerie. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una simple mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero la mayoría de los seres feéricos desprecian a los humanos. Especialmente el príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del rey supremo. Para hacerse un hueco en la corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en una red de intrigas entre inmortales, y descubrirá su propia habilidad para el derramamiento de sangre.