Martín no era un niño miedoso. Pero su padre se había ido a la guerra y su madre lo llevaba al refugio cuando sonaban las alarmas y caían las bombas. Y fue entonces cuando empezó a tener miedo. Sin embargo, no quería decírselo a su madre para no preocuparla. Un día recibió la visita de unos seres pequeños y casi transparentes. Eran divertidos y curiosos, pero un poco inquietantes: querían que Martín les mostrara qué era el miedo, porque en su mundo nadie tenía miedo a nada. ¿Cómo se enseña a tener miedo?