Cuando un segundo niño desaparece misteriosamente en la ciudad de Boston, el miedo se extiende entre todas las familias con hijos. No hay ninguna pista y el dinero no parece ser el móvil de los secuestros. ¿O se trata de asesinatos cometidos por un loco? La policía encarga el caso a su mejor inspector, el famoso Auguste Dupin, quien una vez más cuenta con la colaboración del joven Poe, observador y perspicaz.