Un taxi es un vehículo mágico, como la escoba de una bruja, pero sobre cuatro ruedas. Te montas en él y te lleva a donde tú quieras. ¿Pero qué pasaría si la magia continuara? ¿Si en el taxi de repente empezasen a suceder historias, unas fantásticas, otras absurdas, pero a la vez divertidas, todas protagonizadas por personas y animales y gigantes y un capitán con cuatro sombreros de pirata? ¿Qué pasaría si el taxi fuese de pronto la puerta de entrada al mundo fantástico de los niños y las niñas?
Jugando con la doble perspectiva del escritor que hace de narrador, Stanišic ha creado con su hijo un mundo insólito, con leyes propias, que comienza siempre con un viaje en taxi, que puede conducir a cualquier lado, a través del tiempo y del universo, y que concluye siempre de vuelta a casa, junto al hijo.