Tras la muerte del señor Ramberg, sus hijos, Julia, Maria y Daniel heredan la propiedad de una granja construida en el siglo xvii. Maria desea salir de un matrimonio infeliz y Daniel tiene una gran deuda de juego que debe saldar. De modo que contratan los servicios de la agencia inmobiliaria donde trabaja Sanna Widding, cuyo cuerpo sin vida aparece al día siguiente en un pantano. Anders Knutas y Karin Jacobsson se encargan del caso.