El siroco del agosto siciliano coge a Viola totalmente desprevenida. Periodista romana, reina del sarcasmo, y afectada por una sinestesia que la induce a asociar colores con personas, aterrizó hace casi un año en Palermo y aún trata de acostumbrarse a un lugar excesivo tanto por su clima abrasador como por su exuberancia y sus contrastes.
Cuando una joven de veinte años aparece asesinada, Viola es incapaz de creer que el principal sospechoso sea Zefir, un popular cantante. Decidida a indagar por su cuenta, en su investigación se adentra también en el pasado de una ciudad contradictoria hasta que, ayudada por su capacidad para percibir tanto los colores de las personas como aquello que realmente esconden, descubra la verdad de una realidad fragmentada.
Un noir mediterráneo que es la respuesta femenina a personajes memorables como el Montalbano de Camilleri.
«Una novela que es una explosión de color, una ciudad contradictoria y bellísima, y una protagonista que esperamos volver a encontrar» Marie Claire