Febrero de 2016. El agente de la Policía foral Abel Marín se reincorpora al cuerpo tras ocho años de excedencia. En este tiempo, su compañera Susana Anaut ha promocionado hasta el puesto de subcomisaria y es uno de los mandos de confianza de la nueva consejera del Interior. En cuanto Susana tiene noticia de la reincorporación del ahora agente Marín, no dudará en librarlo de investigar las cuentas de Osasuna y de seguir el recorrido de las apuestas deportivas de sus directivos, para asignarle un caso que lleva 12 años sin resolver: la aparición de un esqueleto humano enterrado bajo una plancha metálica. Una investigación que llevará a ambos por unos derroteros en los que el vacío trágico de un desaparecido sin identificar se mezclará con los pasos del Frente Polisario en las arenas del desierto del Sahara y con la provocación del legado artístico y político de Jorge Oteiza en Navarra.