Las pizarras del alma es la historia de un diálogo interior. Y también de las pizarras en las que el autor del libro, que sufre esclerosis múltiple, copiaba aforismos de prestigiosos intelectuales, actividad con la que ejercitaba la mente y el cuerpo pero que no satisfacía del todo su curiosidad. Hasta que un día, sumergido en sus reflexiones, brotó de su yo más íntimo una respuesta, y luego otra, y otra, y otra. Esas misteriosas conversaciones, que fueron anotadas en las pizarras y, posteriormente, compartidas con sus “amigos del alma”, unas veces alegran y otras entristecen, unas veces alivian y otras sobrecogen. Y es natural que así sea, puesto que son pequeños trozos de vida, fieramente humanos.