Auschwitz ha sido el alfa y el omega de la obra de Primo Levi. El alfa, en 1947, con Si esto es un hombre; el omega, cuarenta años después, con su último libro, Los hundidos y los salvados. Pero, entre estas dos piedras angulares de la literatura sobre la Shoah, Levi no ha dejado nunca de contar el Lager y de indagar, a través de sus narraciones, acerca de la terrorífica naturaleza de ese lugar.
Este libro nos ofrece diez relatos enmarcados por dos poemas: doce reflexiones, inesperadas y apasionadas, sobre la mayor tragedia colectiva del siglo XX.
Bajo la égida de un título paradójico pero concebido por el mismo autor, «la ciudad tranquila» del campo de concentración se convierte aquí en el objeto de miradas e interpretaciones de lo más dispares: la fantástica, por ejemplo, en el tríptico de relatos distópicos constituido por Mariposa angelical, Versamina y La bella durmiente en la nevera; o, por supuesto, la autobiográfica, con textos como Cerio o Vanadio, en el que Levi habla del reencuentro, veinte años después, con uno de sus carceleros.
Pasados treinta y cinco años de la muerte de Primo Levi, quizá el más lúcido testigo de la barbarie de los campos de concentración nazi, esta antología reincide en la importancia de mantener vivo el recuerdo del horror, y abre, gracias al delicado equilibro entre ficción y memoria, un nuevo espacio de reflexión.