Hay personas que creen merecer más de lo que tienen, y Agustina es una de ellas. No es que quiera tener más hijos —con tres es suficiente— ni un marido mejor —su Andrés es un buenazo—, pero se aburre. Y como se aburre mucho, escribe sin parar y vuelca todas sus frustraciones y anhelos en Amanda Quong, exitosa empresaria y personaje principal de su primera novela.
Lo que ella no se podía imaginar, y de imaginación Agustina va sobrada, es el giro que va a dar su vida cuando decida publicar las notas de su novela en su perfil de Instagram, mezclando realidad y ficción en un lío del que no sabe si podrá —o querrá— salir airosa.