Una mujer yace en la cama de un hospital con la memoria a la deriva y su hija observa impotente
sus manos, posadas en las sábanas. La enfermedad de su madre acaba por desequilibrar por completo
su vida, que transcurría ya sobre un fino alambre, con un trabajo estresante y sin apenas tiempo
para compartir con su marido y su hija. Además, los fantasmas del pasado están a punto de acecharle.
En este asfixiante magma se mueve Nerea, la protagonista de esta novela.
Su vida dará un vuelco cuando descubra un suceso vivido por su madre años atrás. Le perseguirán
imágenes en blanco y negro que le hablarán de lo desconocidas que pueden ser las personas con
las que convivimos y de la similitud de los problemas y las preocupaciones de diferentes generaciones,
pese al paso del tiempo.