1206. Después de tres años en una mazmorra del desierto sirio, Simón de Montfort regresa a Normandía. Pero el precio por la libertad ha sido la renuncia a su propia alma, la comisión de un acto horrible cuyas consecuencias lo perseguirán más allá de la vida, durante toda la eternidad.
Ansioso por llegar a su humilde señorío campestre, Simón recorre un mundo cambiante, tentador, hasta que se reencuentra con su casta esposa, Alix de Montmorency, y con un hogar que ya no parece el suyo. La mala fortuna, los remordimientos, la caída en desgracia y la inminente guerra entre Francia e Inglaterra hunden cada día más a Simón y a Alix.
Aunque su destino no es desaparecer de la historia, sino brillar en la lucha contra la herejía. Así, la búsqueda de la redención los llevará desde Normandía al sur de Francia, a una tierra azotada por el caos, la violencia y la ruptura religiosa. A una sociedad dividida, sembrada con tanto odio que se espera una copiosa cosecha de dolor y muerte. A una guerra en la que Simón de Montfort tendrá que enfrentarse a un rey invicto.
Simón de Montfort, comparable al Cid en su fulgurante carrera militar, es un ejemplo medieval de gran guerrero y comandante eficaz, a pesar de todo denostado por la historia, y tachado de fanático y sanguinario.