Seducida por un libertino
Lady Perdita Brooke llevaba a gala el mantener la calma en las ocasiones embarazosas, no en vano había tenido que soportar el escándalo que había comprometido su puesto en la sociedad? excepto cuando se enfrentó de nuevo al más devastador de los hombres, Alistair Lyndon. El joven soñador que una vez conoció era ahora un calavera endurecido, que había olvidado por completo la apasionada noche que pasaron juntos, unas horas que a ella le quedaron grabadas a fuego en la memoria.
Enamorada de un rufián
El barco que la conducía a Inglaterra había naufragado y Averil Heydon estaba aterrada. El mar la había arrojado a una isla y que fuera el misterioso Luc d?Aunay quien la rescatara no calmó precisamente sus temores. La virginal Averil sabía que enamorarse de Luc era peligroso, pero la intensidad de su atracción sexual resultaba deliciosamente irresistible?
Tras probar por primera vez el deseo en brazos de aquel aparente rufián, Averil debería volver a la sociedad y sus convenciones. Pero Luc había decidido hacerle una proposición desconcertante y tentadora?