A la muerte de su padre, Sarah Summers y sus hermanas quedan sumidas en la pena… y la pobreza. Con el fin de ayudar a su madre enferma, Sarah convence a sus hermanas de abrir a huéspedes la casa que tienen junto al mar. Emily y Georgiana están de acuerdo, pero no Viola, que tiene que llevar un velo para ocultar una cicatriz que tiene en la cara.
Cuando se embarcan en el proyecto, no esperan recibir otros visitantes que ancianos o convalecientes, pero no, también las visitan caballeros que están de buen ver. Cuando llega un misterioso viudo escocés al hotel, Sarah se verá tremendamente atraída por él. Pero ahí sigue Viola, que no solo tiene cicatrices en la cara, sino también en el alma. ¿Qué sucederá entre las hermanas? ¿Superarán las rencillas y conocerán el amor?