Este libro va de preguntas y respuestas educativas inevitables, aquellas que dan sentido y eficacia a la singular profesión de educar desde la escuela. Resume el cóctel básico de incertidumbres, saberes, innovaciones y bagajes de la profesión de educar, de educar en instituciones como la escuela, pensadas para educar enseñando.
Hacer de maestro es hacerse preguntas sobre el mundo, provocar que el alumnado se las plantee y encontrar juntos las respuestas posibles. Hacer de maestro es vivir en la interrogación curiosa. Se interroga sobre el cielo para que los niños se pregunten sobre la luna y con ellos trata de saber qué pasa si el sol deja de iluminar la tierra. Enseña para que puedan tener el placer que el propio maestro o maestra tiene cuando descubre y aprende. El oficio de maestro tiene como tarea abrir puertas a aquello que es desconocido para los niños y niñas, sirve para hacer posible que se construyan como personas.
No sirve cualquiera. Valen para ejercer la profesión las personas creativas, que aceptan ser puestas en crisis por sus alumnos, quieren cambiar la escuela porque la sociedad cambia, aprenden a ponerse en la piel de la infancia y la adolescencia, aspiran a que sea posible un mundo más justo.
Este libro trata de ordenar los sueños jóvenes de quienes comienzan a ejercer de maestros, intenta avivar el rescoldo apasionado de quienes están en el oficio hace años, permite que las familias descubran por qué cada día se fían de dejar a las criaturas en sus manos.