El movimiento es una característica esencial del ser humano y en este libro se aborda su importancia en las primeras etapas de la vida, desde una perspectiva educativa y de promoción de la salud, considerando el contexto educativo especialmente relevante para desarrollar las capacidades de los alumnos, de manera que se contribuya a su desarrollo armónico y pleno. Se resalta la importancia de la adecuada interacción de los múltiples factores que favorecen el proceso educativo, siendo la visión holística de especial interés para comprender cómo debe afrontarse. El concepto de motricidad supone comprender que el movimiento no debe entenderse desde una posición exclusivamente mecánica, sino como forma de expresión, comunicación, proyección de emociones, relación, desarrollo de competencias, etc.
Asimismo, se analiza el marco legislativo y los contenidos motrices a trabajar en el aula, destacándose el alcance que tiene una propuesta práctica basada en la riqueza de experiencias motrices. Se trata de potenciar el desarrollo de las diferentes capacidades y de favorecer la participación de los alumnos en su proceso educativo, su autonomía, su creatividad y sus emociones. Los ambientes de aprendizaje son un ejemplo de escenarios que invitan al desarrollo de la motricidad y las propuestas de enseñanzas permiten ser adaptadas a distintos intereses. Se estudia la importante asociación entre la motricidad y la salud, destacándose la prevalencia de sobrepeso y obesidad en edades cada vez más tempranas y analizándose diferentes trastornos y discapacidades. Además, se indican biomarcadores de salud que pueden servir de referencia para detectar e intervenir en posibles situaciones de riesgo de los alumnos.