El proceso de degradación institucional y legislativa emprendido por el gobierno de coalición PSOE-Podemos con la ayuda de sus socios parlamentarios, los nacionalistas catalanes y vascos, ha situado a la democracia española en uno de sus momentos más críticos desde su alumbramiento en el año 1978.
El Partido Socialista, uno de los protagonistas de la Transición y del advenimiento de la Constitución del 78, ha asumido tanto los métodos de la izquierda radical como la dialéctica y los objetivos del secesionismo, lo que se ha traducido en una suerte de peronización de España caracterizada por el cuestionamiento sistemático de la legitimidad de los contrapoderes –especialmente del poder judicial– y por la colonización de las instituciones, cuya necesaria neutralidad ha quedado relegada a favor del activismo y de la militancia.
En este ensayo, la abogada y columnista Guadalupe Sánchez desgrana cómo, con la pandemia como ventana de oportunidad, se han transformado las instituciones democráticas en agencias gubernamentales, se ha instrumentalizado la identidad sentimental para monopolizar el debate público y se ha instalado en la sociedad española la idea populista y totalitaria de que el voto legitima a la mayoría para situarse por encima de la ley y despreciar la separación de poderes.
A partir de la ordenación y la reorganización cronológica de varios de sus artículos de opinión, la autora analiza la intervención por el Ejecutivo de Pedro Sánchez de organismos públicos como el Centro de Investigaciones Sociológicas, el Tribunal de Cuentas o el Centro Nacional de Inteligencia; el asalto a la Fiscalía General del Estado, al Consejo General del Poder Judicial o al Tribunal Constitucional, y las nefastas consecuencias del deterioro de la producción legislativa para el Estado de derecho español y el marco de convivencia constitucional.