Los autores de esta obra interpretan el año litúrgico psicológicamente: sus fiestas nos introducen en el misterio de la Encarnación y en ellas se refleja el proceso de la autoafirmación humana. La vida de Jesús es, además de un hecho histórico, un arquetipo que nos muestra cómo discurre el camino que nos conduce a Dios y a nuestro auténtico ?yo?.