"Se llama Britta y es el nombre más bonito del mundo. Hoy he descubierto que la amo. Y me he dado cuenta de que en realidad siempre la he amado".
¿Pero cómo ganarse el corazón de Britta? Tal vez escribiendo páginas con poemas de amor? ¿Sacándote del bolsillo unos tiernos conejitos como por arte de magia? ¿O simplemente llamando a su puerta y preguntándole sin rodeos si quiere salir contigo?
Encontrar la mejor solución no es tan fácil, sobre todo cuando tu mejor amigo es tu más incómodo rival.