Si tuviera una mascota, se tumbaría a los pies de mi cama, jugaríamos juntas y todo el mundo me diría que es una monada. Odín, uno de nuestros dioses vikingos, tiene dos lobos, dos cuervos y un caballo de ocho patas. A mí me bastaría con tener un gato. Pero mi madre dice que ni hablar: su bacaladito querido, o sea, mi hermano, es alérgico. También podría ser una oveja, pero se comería las cortinas. Se me va a tener que ocurrir alguna otra cosa.