Mi padre me lleva cada mañana al colegio en su taxi. Vamos de lo más bien los dos, peleándonos por elegir la música y cantando a grito pelado. Hasta que mi padre se empeña en llevar también a Mariano, el chico más raro de mi clase. Mariano da muchos sorbetones, habla solo, en voz baja, y usa paraguas. Además, me roba la atención de mi padre y arruina mi reputación de niña normal en el cole. Esta historia va de eso y también de amigos nuevos y de enemigos viejos, de remordimientos, torniquetes, monopatines, violines y helados de tiramisú.