Este libro es fruto de la atracción que ejercen sobre nosotros las imágenes de seres a los que con una mirada sentimos que conocemos, que tienen que ver con nosotros, la respuesta emocional ante lo familiar y el pudor al observar abiertamente a alguien cercano, igual que cuando observamos disimuladamente a tipos curiosos cuando paseamos por nuestras ciudades. La autora no realiza un enfoque naturalista, no busca reflejar su modo de vida, sino su estar en la vida. El objetivo se dirige principalmente a la cara, donde muestra las expresiones propias, y busca contarnos, presentarnos, el individuo más que la especie.