La siesta del fauno y Herodías fueron dos de los primeros proyectos poéticos de Mallarmé, y a los que dedicó más años de su vida. La escritura de ambos empezó a principios de los años sesenta, poco después de que Mallarmé volviera a Francia tras pasar unos años en Gran Bretaña.
La siesta del fauno apareció por primera vez como una colección de diez poemas que se publicaron en 1866 en la revista Le Parnasse Contemporain. Diez años más tarde se publicó la versión final, ciento diez versos en los que Mallarmé narra el fracaso amoroso de un fauno enamorado de una ninfa.
Herodías no corrió la misma suerte. Mallarmé empezó a escribirlo en 1964, a los veintidós años, y lo concibió como su obra absoluta: un poema «puro» en el que estiliza al máximo las escenas evocadoras y de naturaleza, experimentando con el lenguaje hasta enmarcarse por completo en la poesía moderna. El día antes de su muerte seguía trabajando en el borrador y Herodías ha pasado a la historia como su gran poema inconcluso.