A pesar que Roma consideraba el mar Mediterráneo como el mare nostrum, durante la época republicana realmente no le prestó mucha atención. Esta desidia y la eliminación o decadencia de los distintos estados que podían rivalizar con Roma fue el cóctel ideal para que la piratería, un fenómeno endémico, alcanzara su apogeo. Los piratas contra Roma, analiza la piratería desde su interior, en la que se menciona sus bases, sus naves, sus botines, sus maniobras de combate, a la par que las secuelas que dejan en las comunidades que asaltan.
Por supuesto, Roma tomará finalmente cartas en el asunto, y empezará a efectuar una serie de campañas militares, parciales, que no solventan el problema, hasta que Pompeyo el Grande lanza su gran operación por todo el mar Mediterráneo, con lo que la piratería deja de amenazar la subsistencia de Roma.