La enfermera Fernanda Ramírez aparece muerta en su camarote durante una expedición promovida por una productora de contenidos audiovisuales. El objetivo de ese viaje, liderado por Adrián Márquez en calidad de realizador, consiste en la grabación de un documental sobre cierta extraña formación submarina en algún punto del océano Atlántico próximo a las Bahamas, descubrimiento que podría relacionarse con el mítico continente perdido de La Atlántida.
La narración presenta a dos atormentados protagonistas masculinos, Adrián y Bernardo, alternando sendos puntos de vista. Tras el hallazgo del cadáver de Fernanda, el barco navega hacia un horizonte de violencia y horror, impulsado por la siniestra deriva psicológica de sus tripulantes, con el trasfondo de una civilización que oscila entre deslumbrantes avances tecnológicos y un oscuro nihilismo.