Un niño ve a lo lejos un zorro jugando con otros niños. Aunque le parece raro, no se atreve a hablar de ello, ya que nadie más parece darse cuenta. Un día, este zorro le habla y se burla de él. A medida que pasan los días, el zorro se transforma en lobo y luego en tigre. Le empuja, le quita sus cosas. El miedo va invadiendo su vida cotidiana. Una historia para hablar del acoso escolar con los más pequeños, con un mensaje claro y contundente: la única manera de pararle los pies a un zorro es rompiendo el silencio. Un libro escrito a cuatro manos, entre un padre y una hija.