«Con los años he llegado a descubrir que las fuentes son lugares mágicos y liminales a los que hay que acudir sin prisa, como quien va a visitar a un amigo [...] Las fuentes cantan y nos hablan directamente al subconsciente. Son paisajes sonoros, musicales. Junto a ellas escuchamos la música de la vida que bulle a su alrededor [...] Pero las fuentes no sólo procuran placer al oído, sino que son una experiencia sensorial total. Reclaman la atención de nuestros cinco sentidos y conforman un microcosmos en el que las formas, los colores y los sonidos ambientales están orquestados por el agua». En este extraordinario relato, María Belmonte nos propone un viaje a través de los siglos para explorar el poder del agua y las fuentes desde las perspectivas más evocadoras. De su mano recorremos cautivadores lugares míticos, materiales e históricos, que la autora describe con su prosa vivaz y caudalosa. Una sugerente y hermosa invitación a pensar sobre el sentido de este bien tan preciado y escaso que es el agua.