Una invitación a construir un mundo habitable más allá de las paredes de nuestra casa.
Durante una mudanza, la autora descubre una libreta de apuntes que tuvo en la época en la que nacieron sus dos hijos. Esas notas del pasado se conectan con reflexiones del presente sobre la maternidad y el miedo al mundo exterior.
Este libro indaga en la familia de clase media que se construye como una isla –o una cárcel– para protegerse del resto; analiza cómo un conjunto de individuos mezquinos y miedosos, amparados en el instinto de preservar a sus seres queridos, se afianza y habita sus pequeños mundos privados, de espaldas al afuera.