Tras varios meses junto a Étienne, el chico que conoció mientras ambos sobrevivían a la invasión nazi en Francia, Rachel Cohen decide mantener su nueva identidad como Catherine Colin y rechaza casarse con él para volcarse en su pasión, la fotografía. Es entonces cuando se muda a París y empieza a realizar diferentes trabajos profesionales mientras, poco a poco, reclama su independencia como mujer trabajadora. Sus pasos la llevarán a retratar caras y eventos de todo tipo y a, poco a poco, abrirse a situaciones en las que jamás se habría imaginado.ientras su carrera despega, los fantasmas de su pasado luchan por colarse en los rincones más oscuros de su vida, sigilosos como el humo y despiertos ante las injusticias que aún viven en el mundo. Es por eso que sus pasos la llevan a inmortalizar causas que, si bien no la tocan, sí que logran sacudirla y conmoverla lo suficiente como para darles voz en un momento donde todo sigue marcado por la guerra y regido por hombres.