El aprendizaje de la contemplación de determinadas obras de arte y la formación del gusto artístico a través de su disfrute pueden suscitar algunas preguntas. ¿Qué se sostendrá dentro de un siglo si la humanidad persiste cien años más? ¿Habrá algún canon fuera del que ordena distinguirse de los demás, de la originalidad? Los contemporáneos, ¿somos capaces de distinguir lo bello de lo bonito, la pintura del diseño? El personal recorrido de Juan-Ramón Capella da pie a reflexiones como estas: sobre la mercantilización de la obra de arte convertida en objeto de inversión, los museos o las tendencias del arte contemporáneo. Una invitación, en definitiva, a comprobar que no todo vale.