Seis de los mejores cuentos de uno de los maestros de la narrativa breve norteamericana.
Aunque siempre vivió acuciado por la falta de dinero, Jack London (San Francisco, 1876 – Glen Ellen, California, 1916) llegó a ser el escritor mejor pagado de su país. No obstante, antes de convertirse en un aclamado autor, desempeñó muchos trabajos, entre los cuales cabe citar los de pescador furtivo de ostras en la bahía de San Francisco, patrullero de costas, cazador de focas o buscador de oro en la región del río Klondike. Todas estas experiencias dejaron en él una marca indeleble y se encuentran destiladas con una maestría deslumbrante en sus narraciones.
Ambientados en las soleadas islas del Pacífico, como «El chinago» o «Koolau el Leproso», o en los territorios glaciales del Yukon, como «Ley de vida» o «Encender una hoguera», los cuentos recogidos en esta antología constituyen una muestra representativa de algunos de los temas troncales de la obra del autor, como la lucha feroz por la existencia, la insignificancia del individuo frente a la crueldad y el carácter implacable de la naturaleza o el poder del hombre blanco.