Un libro muy íntimo que reflexiona sobre algunos de los temas troncales de Erri de Luca.
Una noche de invierno en la que una tormenta ha cortado la corriente eléctrica, el narrador, un escritor en el último tercio de su vida, conversa al calor de la lumbre con un hijo que nunca ha tenido, imaginado. Durante el trascurso de la velada, resguardado entre las paredes de la casa de campo que construyó con sus propias manos e iluminado por la tenue luz de una vela, el narrador refiere al interlocutor algunos de los capítulos fundamentales de su vida. Se establece entre los dos un diálogo fértil que confronta al escritor con las ideas que lo constituyen e invoca su pasado. A través del recuerdo evoca a la madre, las visitas infantiles al zoológico o la Nápoles natal, y despliega una biografía marcada por la militancia revolucionaria, el impacto de la guerra y la escritura.