El 28 de noviembre de 1936 fue fusilado el militar retirado Cecilio de Lora, una de las más de dos mil víctimas de las sacas de presuntos quintacolumnistas asesinados en Paracuellos del Jarama. El descubrimiento de unas cartas a su familia llevó a Pablo de Lora, nieto de Cecilio, a investigar lo ocurrido tanto en su entorno familiar como, más en general, en un episodio de la Guerra Civil que, pese a su magnitud, ha tendido a ser silenciado por ambos contendientes. Al hilo de su relato personal rememora la sociedad española de las décadas siguientes y la generosidad que esta mostró en la Transición y la Ley de Amnistía de 1977 para dar comienzo al presente periodo democrático. Y entronca, por fin, con las más recientes leyes de memoria, auténtica legislación santimonia que, con todas sus invocaciones a la reparación y sus declaraciones de principios, buscan imponer una visión maniquea de la Guerra Civil y de la Transición.